Las ondas radiales se emiten a través de un mecanismo neumático: el aire comprimido dispara un proyectil, que a su vez golpea una herramienta de metal llamada transmisor. Este impacto emita una onda que se transmite radialmente disipando su intensidad a medida que atraviesa las diferentes capas de tejido.
Están indicadas para el tratamiento de tendinosis o tendinitis (calcificadas o no) de codo, hombro, pie y rodilla; en la bursitis trocantérea (cadera) y síndrome de la fricción de la banda iliotibilial, entre otras lesiones más superficiales.
Han demostrado tener efecto analgésico y antiinflamatorio, aumentar temporalmente la vascularización y activar la angiogénesis. Además, fragmentan los depósitos calcáreos y estimulan la neosteogénesis en proceso de pseudoartrosis y retraso en la consolidación de fracturas.